Disclaimer: Adoro a Puerto Rico con toda el alma y quiero conocerlo aún más y mucho mejor. Añoro el momento de la vida en que algún blogger de turismo interno me ayude a conocer la isla mejor a través de sus escritos o experiencias.

Podemos decir tantas cosas negativas de Puerto Rico como positivas. Hoy he decidido “explayarme” para ambos lados desde mi humilde posición de “aspirante” a escritora de literatura de viajes o como travel blogger que soy. En este país existen muy pocos bloggeros que vivan del todo del oficio y son menos los que escriben exclusivamente sobre viajes. Podemos echarle la culpa a la gente que no lee, pero recuerdo haber escrito algo desde lo más profundo de mi corazón que dio vueltas por el internet un buen tiempo, así que creo que hay lectores para todo.También podría echarle la culpa a que el puertorriqueño no viaja, pero la curiosidad que causa a mis conocidos mis escritos me da una corazonada de que existe algo.

Estoy totalmente conciente de que esta isla no pasa por el mejor momento en ningún aspecto. De alguna manera, lanzarse a hacer algo poco tradicional como lo que he elegido constituye un riesgo y también una aventura. Esos riesgos también constituyen una ventaja y un espacio de oportunidad. La universidad me entrenó para hablar cuatro idiomas distintos y para investigar hasta el cansancio. ¿Qué mejor manera de utilizar mis conocimientos adquiridos en el mundo real que esta?

Admito que mis conocimientos en materias como el marketing son limitados, pues, lo que estudié como les dije fue tan solo idiomas y literatura. Esto ha sido un buen experimento para aprender a redactar de otro modo, a mercadearme y a hacer muchísimas cosas para las que nunca fui entrenada, empezando por la primera y la más importante: viajar.

Cuando comencé Traveleira no me veía viviendo de esta manera. Jamás pensé que un año después aún estaría establecida en Puerto Rico y haciendo muchas cosas que no fueron para las que jamás me entrené. Ya sabía que querís escribir sobre viajes, pero la realidad es que me veía escribiendo desde la perspectiva de una maestra de inglés encerrada en el micromundo de su Kindergarten coreano. La vida me dio un giro de 180 en el momento en el que “no era lo suficientemente gringa para enseñar inglés en Corea”. Me cambió hasta el ritmo que tenía pensado para Traveleira, pero algunas desgracias pasan para bien o para mal.

Estoy a punto de cumplir un año haciendo este menudo invento de bloggear sobre curiosidades del viaje. Confieso que aún no estoy ni cerca de cumplir las metas que me establecí en el inicio, pero siempre supe que eso conllevaría tiempo y esfuerzo. Mientras en este país exista gente que ha salido a la luz desde YouTube o desde sus blog, seguiré considerando que aún me queda mucho por hacer. Todos los días me surge una nueva idea y sé que hay salida para todo, pero la ansiedad a veces duele.

Cualquier cosa que no entiendan este escrito, recuerden: llevo dos semanas matando gente. Esta semana, la que quiero que muera es la bloggera loser y que se convierta tal si fuera mariposa en bloggera estrella. Sé que este año aún comienza y faltan cosas por suceder. Las espero con ansias.