
El Caucaso y El Islam en términos deportivos
Quizás esto pueda resultar un poco off-topic para algunos, pero para alguien que tuvo la oportunidad de visitar la region del Caucaso por primera vez este mismo año este tema está bastante latente. Hasta cierto punto, puedo decir que gracias al deporte llegué al Caucaso y es por eso que he decidido hacer este análisis.
Sé que hasta este punto, algunas personas pueden estar preguntándose donde está el Caucaso. La definición que provée la infame Wikipedia dice que es una región natural situada en la linde entre Europa del Este y Asia occidental, entre el mar Negro y el mar Caspio, que incluye a la propia cordillera del Cáucaso y las tierras bajas circundantes. Los tres estados independientes que suelen relacionarse con esta region son Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Justo al sur de Azerbaiyán se encuentra la República Islámica de Irán y mi análisis sobre esta región está principalmente concentrado en estas dos repúblicas.
Tanto Azerbaiyán como Irán son estados predominantemente musulmanes. La diferencia principal es que el estado en Azerbaiyán es laico y permite la libertad de culto. El de Irán se categoriza como un estado teocrático y no hay tal separación de iglesia-estado. A pesar de esto, un 95% de la población azerí practica el Islam, un 85% de estos son chiitas y el 15% son suníes. Irán, como estado teocrático también es 89% chiita (la rama oficial del estado) y 9% sunii. Irán por ser un estado teocrático tiene una guardia encargada de velar la moral de la religión.
Hace algunos días me tope con esta nota que me impactó. Irán como nación está en un gran momento en el deporte del voleibol. Ha logrado vencer a grandes potencias del deporte como Brasil, Italia y Polonia. El país entero está emocionado por los logros que la selección está obteniendo. Solo hay un pequeño problema: entre esas 12,000 personas que abarrotan el coliseo en Tehran, menos de un 5% son mujeres, que en su mayoría, son extranjeras. Las mujeres son arrestadas por la guardia cuando intentan entrar a la cancha. Para nosotros en occidente eso resulta inaudito sabiendo que el deporte, cualquiera que sea, es uno de los entretenimientos más sanos que podemos tener.
Contrasto esto con el caso de Azerbaiyán porque, al ser dos países que comparten exactamente la misma religión mayoritaria y los divide tan solo una frontera, la situación allí es totalmente distinta. Al igual que Irán, Azerbaiyán desde hace unos años lleva invirtiendo en su infraestructura deportiva enfocados principalmente en el voleibol. Tiene una de las ligas crecientes más poderosas de voleibol femenino y este mismo año, su capital Baku fue la sede del Final Four de la Champions League Europea. En mi reciente visita a Baku, tuve la oportunidad de presenciar los juegos sin problema alguno. En el público habían muchísimas mujeres, tanto locales como extranjeras. Mi experiencia en la ciudad era que, aunque en su mayoría se veían hombres (que de hecho, suelen andar en bonches) siempre se veían mujeres vestidas a la occidental, 0 cabezas tapadas (o quizás muy pocas) y mujeres estudiando ya fuera inglés, alemán o alguna otra cosa y en muchos casos con metas de salir del país y continuar estudiando. Tampoco existía ese recelo de parte de los varones por evitar que eso sucediera. Es cierto que hay lugares, principalmente los bares, en los que todos los hombres saben que eres mujer y extranjera porque una local no entraría ahí.
Quise hacer esta reflexión movida por el hecho de que adoro viajar y porque soy fanática del voleibol. No sé en que ayude a las mujeres de Irán que yo denuncie su situación y que la contraste con la que viven las mujeres que están del otro lado de la frontera. A mí, como viajera y persona que trata de entender mejor el mundo, me hace sentir bien compartir estas reflexiones con mis lectores. También creo que son cosas que se deben tomar en cuenta a la hora de viajar porque se debe entender el trasfondo cultural del lugar al que se visita. Sé que a muchos les debo una crónica completa de mi experiencia en Azerbaiyán y sí, la estoy trabajando. En este momento, quise esbozar solo parte de mi experiencia por el bien del deporte y por el bien de las mujeres en otros lugares.